08 Sep Tepeapulco en riesgo
En este pequeño pero bello municipio hidalguense se llevarán a cabo comicios dentro de algunas semanas y, como es costumbre, las campañas dieron inicio y con ello toda la propaganda política que uno se pueda imaginar.
Hasta este momento destacan como punteros dos partidos: Morena y PRI. La columna fue titulada como «Tepeapulco en riesgo», y déjeme decirle el porqué. Justamente por la candidata que hasta este instante parece encabezar las preferencias: Marisol Ortega López.
Marisol, entusiasta y ambiciosa joven, llegó a la candidatura en medio de una rebatinga, pues quienes aspiraban a ser los abanderados de Morena se vieron suprimidos por la fuerza del Grupo Universidad, ente político que prácticamente impuso a Ortega López.
Marisol cayó de sorpresa, pues pese a vivir desde hace varios años en Pachuca, de un momento a otro resultó ser la candidata ideal para encabezar la gestión de Tepeapulco, pues «conoce cabalmente» todos los problemas de esta demarcación. ¿Será?
Dicen que en política debes tener tres clases de amigos: uno poderoso que te proteja, uno adinerado que te impulse y uno sabio que te aconseje. Pues bien, parece que Ortega López corrió con la suerte de conocer a ese amigo en cuya persona se depositaban esas tres «virtudes». Marisol conoció a Gerardo Sosa Castelán cuando fue nombrada subdirectora de Relaciones Públicas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. A partir de ahí, uno y otro crearon una relación que culminaría con la candidatura de Ortega y dicen las malas lenguas que también se fincaría más que una relación de amistad política, pero ese es otro boleto.
No hace falta dar mayores detalles de Sosa Castelán, basta mencionar que recientemente fue detenido por la Fiscalía General de la República por defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Ese es el padrino de la morenista. Veremos, pues, como a la campaña de Marisol Ortega no le faltará ni medio centavo. Las autoridades electorales deberán observar con lupa el flujo del financiamiento, desde su origen hasta su correcta aplicación, porque hay riesgo de que algo «obscuro» empape a Tepeapulco.
Detengámonos cuidadosamente en la propuesta, en el contenido de la misma y en la posibilidad de que sea llevada a la práctica, en razón de que posiblemente solo se pretenda explotar la imagen de Marisol, pero sobre todo veamos hacia el futuro. ¿Qué queremos: capacidad o incapacidad? Tepeapulco no debe ser la caja chica de un grupo político cuyo crecimiento se ha debido siempre al amparo del poder en turno. Como votantes tenemos una gran responsabilidad a la hora de ejercer nuestro voto, hay muchos candidatos, así que escuchemos a todos, vayamos por quien tiene experiencia, trabajo y la visión de recuperar un Tepeapulco olvidado ARMANDO GONZÁLEZ |
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